¿Qué dice tu estilo de apego sobre tus relaciones?
- Maria De Lascurain Mijares
- Sep 2
- 2 min read

El apego empieza en la infancia
Desde que nacemos, necesitamos sentirnos seguros y protegidos. Esa seguridad (o falta de ella) se construye con nuestras primeras figuras de cuidado: mamá, papá o quien nos cuidó.Si de niños nos sentíamos escuchados, calmados y abrazados, aprendimos que el mundo es confiable y que podemos depender de otros. Pero si crecimos con falta de atención, rechazo o inconsistencia, desarrollamos estrategias de defensa que después llevamos a nuestras relaciones adultas.
En pocas palabras: la forma en que nos relacionamos de adultos tiene raíces en la manera en que aprendimos a vincularnos de niños.
Tipos de apego en adultos
Aunque existen variaciones, la investigación (Bowlby, Ainsworth, Hazan & Shaver, Cassidy, entre otros) identifica cuatro estilos principales:
Apego seguro
Cómodos con la intimidad y la autonomía.
Saben pedir apoyo y también darlo.
Creen que el amor es estable y confiable.
Apego ansioso
Temen ser abandonados.
Buscan constante validación y cercanía.
Suelen sentirse “demasiado” para el otro.
Apego evitativo
Valoran la independencia por encima de la intimidad.
Evitan abrirse emocionalmente.
Su frase típica sería: “no necesito a nadie”.
Apego desorganizado (miedo-evitativo)
Quieren estar cerca, pero al mismo tiempo desconfían.
Pueden alternar entre necesidad intensa de contacto y miedo al rechazo.
Suele estar relacionado con experiencias tempranas de trauma o vínculos inseguros.
¿Por qué importa conocer tu estilo de apego?
Porque marca la manera en que eliges, amas y discutes en tus relaciones.
Si eres seguro, probablemente vivas relaciones más estables y con buena comunicación.
Si eres ansioso, puedes caer en dinámicas de dependencia o miedo al abandono.
Si eres evitativo, tiendes a guardar distancia, lo que genera frustración en tu pareja.
Si eres desorganizado, la mezcla de deseo y miedo puede causar relaciones muy intensas, pero también inestables.
Las combinaciones más comunes en pareja
Los estilos de apego tienden a encontrarse y formar dinámicas que pueden ser más o menos sanas:
Seguro + Seguro → Relación estable, con comunicación y confianza mutua.
Seguro + Ansioso → Puede ser funcional si el seguro ayuda a calmar la inseguridad del ansioso.
Ansioso + Evitativo → Una de las combinaciones más comunes… y más desgastantes. El ansioso busca cercanía mientras el evitativo se aleja.
Ansioso + Ansioso → Mucha intensidad, pero también celos, dudas y montañas rusas emocionales.
Evitativo + Evitativo → Relación distante, donde ninguno se abre del todo.
Desorganizado con cualquier estilo → Puede generar dinámicas caóticas, pues hay confusión entre el deseo de acercarse y el miedo a ser herido.
Lo importante: el apego no es destino
Tu estilo de apego no es una condena. No es un “así soy y así me quedaré”. Al contrario, se puede transformar con:
Autoconocimiento.
Relaciones seguras y estables.
Terapia.
Trabajo en la regulación emocional y comunicación.
Comprender tu apego es un primer paso para construir vínculos más sanos, elegir mejor a tus parejas y también sanar heridas del pasado.
👉 En resumen: El apego es la base invisible de nuestras relaciones. Entender tu estilo y cómo se combina con el de tu pareja puede ayudarte a romper patrones poco sanos y a crear vínculos más estables y conscientes.





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