¿Qué es la Disfunción Sexual Femenina?
- Maria De Lascurain Mijares
- Feb 27, 2023
- 3 min read
Updated: Sep 21, 2023
Características, factores de riesgo, tipos y tratamiento.
Las disfunciones sexuales son trastornos que impiden que una mujer experimente deseo, placer y satisfacción en el ámbito sexual. Los estudios muestran que alrededor del 10 al 45% de las mujeres tienen problemas sexuales en algún momento de su vida, estas cifras fueron publicadas en el Journal of Sexual Medicine en el año 2020 en un estudio realizado por el doctor David Goldmeier y el dr. Chris McMahon de la Universidad de Westminster, Inglaterra.
Según el estudio, las disfunciones sexuales femeninas que más prevalencia tienen son: el trastorno de deseo hipoactivo sexual con una prevalencia del 24%, trastorno de excitación sexual femenino con una prevalencia del 17%, trastorno de orgasmo femenino con una prevalencia del 17%, trastorno de dolor genital femenino con una prevalencia del 15% y el trastorno de la respuesta sexual genitourinaria femenina con una prevalencia del 11%.
Las disfunciones sexuales femeninas según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, 5a edición (DSM-5) son los siguientes:
1. Trastorno de deseo hipoactivo sexual: Falta persistente o recurrente de deseo sexual que causa malestar clínicamente significativo.
2. Trastorno de excitación sexual femenino: Ausencia persistente o recurrente de excitación sexual y/o de la respuesta sexual subjetiva o comportamental a la estimulación sexual.
3. Trastorno de orgasmo femenino: Ausencia persistente o recurrente de orgasmo después de una estimulación sexual adecuada, o un orgasmo que se retarda o es menos intenso que el previsto.
4. Trastorno de dolor genital femenino: Dolor genital persistente o recurrente antes, durante, después o como resultado de la actividad sexual.
5. Trastorno de la respuesta sexual genitourinaria femenina: Respuesta anormal a la estimulación sexual que no se explica por un trastorno de deseo hipoactivo sexual, trastorno de excitación sexual femenino, trastorno de orgasmo femenino o trastorno de dolor genital femenino.
Existen factores culturales, sociales, étnicos, económicos, físicos como enfermedades o efectos secundarios de algunos medicamentos influyen en la presencia de una disfunción sexual, aunque la mayoría de estas causas suelen ser de origen psicológico.
Los factores de riesgo que más influyen son los siguientes:
Factores precipitantes – Incluyen el estrés, la ansiedad, la depresión, el abuso sexual, primeras experiencias sexuales traumáticas, inseguridad temprana en el papel sexual, los conflictos en pareja y la falta de educación sexual.
Factores predisponentes – Nacimiento de un hijo, alteración general en la relación, infidelidad, expectativas no razonables, disfunción sexual de la pareja, fracaso previo, reacción a factores orgánicos, edad, depresión y ansiedad, experiencia sexual traumática.
Factores mantenedores – Ansiedad por el rendimiento, anticipación del fracaso, culpabilidad, pérdida de la atracción de la pareja, pobre comunicación en pareja, dificultades en pareja, miedo a la intimidad, alteración de la propia imagen corporal, información sexual inadecuada, mitos sexuales, juego erótico limitado o algún trastorno psiquiátrico.
Para tratar la disfunción sexual femenina, hay una variedad de opciones disponibles que incluyen tratamientos farmacológicos y psicológicos como la terapia individual, terapia psicosexual o terapia de pareja en la que se trabajan más a fondo los siguientes puntos:
- Educación sexual: Recibir información precisa y detallada sobre la anatomía y la función sexual humana, prevenir embarazos no deseados e infecciones de transmición sexual. Además ayuda a las personas a tomar decisiones más informadas y a promover relaciones más saludables al entender los conceptos de consentimiento, respeto y comunicación.
- Restructuración Cognitiva: es una técnica que se utiliza con el fin de dismitificar la sexualidad, identificar creencias limitantes y cambiar los pensamientos negativos que se tienen sobre la sexualidad.
- Ejercicios del suelo Pélvico (ejercicios de Kegel): estos sirven para fortalecer los músculos pubocoxígeos, ayudan con los problemas de incontinencia urinaria, reducen el dolor durante el coito y mejoran la satisfacción sexual.
- Autoconocimiento y la autoestimulación (masturbación): de forma individual, en pareja o por medio de vibradores y dispositivos de sección de clítoris, con la fin de mejorar la sensibilidad y el placer sexual además de mejorar el bienestar y la autoconfianza, entre otros beneficios.
- Comunicación en pareja: Esta ayuda a las personas a compartir sus deseos y necesidades sin sentirse juzgadas, lo que ayuda a mejorar el entendimiento mutuo y fortalece la confianza y la intimidad entre las dos personas.
- Juegos previos (foreplay): El foreplay es importante en las relaciones sexuales porque es una forma de construir la intimidad y la conexión entre los dos miembros de la pareja. También ayuda a ambos a relajarse y a disfrutar del momento, al mismo tiempo que les permite explorar el cuerpo de su pareja y conectar emocionalmente. El foreplay también puede ayudar a aumentar la excitación sexual y ayudar a ambos miembros de la pareja a sentirse cómodos y a disfrutar de una experiencia sexual satisfactoria.
Referencias:
Goldmeier, D., & McMahon, C. G. (2020). Characteristics of Female Sexual Dysfunction. Journal of Sexual Medicine, 17(3), 543-552).
American Psychiatric Association. (2013). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (5ª ed.). Arlington, VA: Autor.






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